Lo digital se transforma en un tema, oportunidad y problema para los diseñadores al ir superando la tecnología analógica. Aparecen softwares de edición gráfica que se tornan en facilitadores para nuevas formas de expresión como lo fue el diseño de tipografías o la ilustración digital, abriendo un mundo de relaciones con el lenguaje, la escritura y una nueva forma de tratamiento de la imagen. Dichos softwares democratizan el acceso a nuevos conocimientos pero, al mismo tiempo, traen un problema consigo al automatizar la actividad creativa del diseñador.