Luego de un complejo período de poco más de 16 años de dictadura militar, Chile vuelve a disponer de un sistema democrático que implica su reinserción a nivel internacional, no solo en lo estrictamente político, sino también a nivel de imágenes y discursos. El diseño aparece como una herramienta estratégica para posicionarse en los mercados internacionales y dar cuenta de un país nuevo y el repensar cómo los chilenos se representan a sí mismos más allá de los cánones clásicos.