como ocurrió en varios países del mundo, las escuelas formadoras de diseñadores y las producciones de diseño con mayor visibilidad se instituyeron y proyectaron desde las capitales. Sin embargo, en otras regiones surgieron diferentes sensibilidades y miradas sobre como entender y hacer diseño. Valparaíso, como aconteció en otras zonas del país, proyectó una mirada distinta y lúdica -como alternativa a la producción de Santiago- donde, por ejemplo, los errores y descartes de impresión son factores que inciden en el cómo diseñar, como una suerte de “rebelión de las máquinas”.