el diseño gráfico se va separando de la hegemonía de las artes visuales y va adquiriendo una identidad propia en tanto disciplina proyectual más que actividad puramente creativa. El asunto de la “funcionalidad” es clave en el sentido que el diseño se plantea como algo que debe solucionar un problema, independiente del diseño de autoral que también dominó parte de la escena en que el diseño se fue configurando como parte del mercado y también de la cultura durante el siglo XX, entre el énfasis en el estilo o en la función.