En el siglo XVIII, las Bellas Artes se separan de las prácticas artísticas con fines utilitarios, y la industrialización da paso al nacimiento de las llamadas Artes Aplicadas. En Chile, la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile es el antecedente previo para la fundación, a fines de los setenta, de las primeras escuelas de diseño en el país. De ahí que el Diseño Gráfico, como disciplina proyectual y actividad profesional, reconozca un desarrollo de poco más de cuatro décadas. En el capítulo, referentes generacionales de todo este proceso reflexionarán en torno a aristas de índole internacional y nacional privadas de consenso: el origen diferenciado como práctica y disciplina; la conciliación entre la autoría y el funcionalismo; y el complejo distingo de una identidad visual país.
Protagonistas (en orden de aparición): Guillermo Tejeda, Vicente Larrea, Francisco Gálvez, Francisco Javier Olea, Juan Carlos Berthelon, Santiago Aránguiz, Eduardo Castillo, Pedro Álvarez, Waldo González, Piedad Rivadeneira, Rodrigo Ramírez, Manuel Figueroa, Alberto Montt, Manuel Córdova, Ximena Ulibarri y Luis Rojas.